pinola
Ubicación
Chiclana de la Frontera, Cádiz
Cliente
Luis Manuel Pérez Magallón Isabel Rus Pezzi
Estado
Finalizado
Año
2024
Ecosostenible
Arquitectos
Isabel Rus Pezzi Alfonso Mollinedo
La parcela nº233 se sitúa en Chiclana de la Frontera (Cádiz) en la calle Joviano y asume la superficie de 700 m2.
LO QUE VIMOS
El primer encuentro es fundamental para escuchar lo que el lugar transmite. Disfrutando de la sorpresa nos encontramos con 15 “Pinus pinea”, protagonistas absolutos del lugar, elegantes, esbeltos y muy crecidos, un talud de casi 3 m de caída, terreno virgen con especies autóctonas y un mullido manto de pinaza, de fondo un campo de golf y a los costados dos volúmenes edificados exageradamente grandes (lo que allí se estila) pero que nos desconciertan. Rayos de sol que conquistan sutilmente el fondo de la parcela mostrándonos el sentido de su movimiento.
LO QUE PENSAMOS
Pensamos en ser sensibles con el lugar, en el respeto, en el que la intervención tenía que ser ligera, conectiva e inclusiva con las especies, árboles y animalillos que nos miraban.
Pensamos que el aire debería hablar y ser un aliado, que la tierra debería mostrarse tal cual y que los árboles estaban antes que nosotros.
Decidimos además que las construcciones laterales no alterasen la idea y que si no existiéramos visualmente a nivel de calle potenciarían nuestra presencia.
Pensamos que podíamos aprovechar esta sombra natural para un beneficio sostenible.
LA IDEA TUVIMOS
Impregnados de muchas sensaciones escogimos la verdad frente al artificio y planteamos que la casa debería estar sobre zancos, no tocar el suelo y flotar por varias razones: una de ellas es evitar afectar a las raíces de los pinos, y la otra es la de transmitir ligereza y desconexión con el suelo para que el aire se sintiera además cómodo.
La ubicación de cada árbol marcaba su territorio y la intención era conectarlos mediante piezas que se organizaran entre ellos, sin tocarlos, dialogando y respetando la envolvente de su presencia. De esta forma conseguiríamos una adaptación de la masa, construida entre ellos. Decidimos tener privacidad y lo desarrollamos todo en una planta y a la cota inferior, así la cubierta se podría apreciar como ese elemento conectivo y unificador que desde la calle se mostraría a modo de gran alfombra llena de pináculos y que con el tiempo se mimetizaran suelo y techo para que diese la sensación de que lo que nace pertenece.
De esta forma se disponen piezas conectadas entre sí y unidas mediante patios. La masa de árboles como techo natural nos sirve para proteger la cubierta y por ende a nosotros y queremos que la luz entre a las habitaciones por cubierta y tener la sensación de cómo pasa el tiempo.
COMO LO CONSTRUIMOS
Intentamos ser didácticos en la forma de construir y respetuosos con los materiales empleados para poder integrar desde la base esta construcción que es sostenible. La bioclimática ha sido fundamental para posicionar las diferentes piezas que componen el proyecto.
Con la intención de no mover tierras el talud se respetó tal cual, sólo sería levemente modificado para extender la plantación.
En la fase de cimentación se emplean tornillos de acero galvanizado que minimizan el impacto y la huella en el terreno. Están ubicados estratégicamente y su resultado lleno de coherencia nos lleva a tener una relación con la constelación.
Sobre ellos se apoyaron elementos de hormigón que forman una trama orgánica y casi sin sentido a primera vista, para contener el forjado autoresistente. Este forjado es de hormigón y está elevado ya que debe convivir con el agua.
A partir de aquí se introduce la construcción con CLT para fachadas, cerramientos interiores y cubierta. Este sistema nos ha permitido construir en un corto plazo.
Cuidándonos de que todos los materiales fuesen “eco” o sostenibles y altamente eficientes en sus funciones requeridas.
El paisajismo es parte esencial de la propuesta arquitectónica. Es tan coherente como la arquitectura basándose en los siguientes principios:
El diseño paisajístico se basa en el respeto por la preexistencia vegetal y topográfica, la no intervención en el suelo asegura la supervivencia de la comunidad vegetal de “Pinus pinea”, protagonistas absolutos del lugar.
La vivienda reposa bajo el dosel arbóreo, casi flota, participando del paisaje sin agresión, es así como el jardín de Pinola se concibe.
Las especies vegetales son 100% mediterráneas.